lunes, 9 de enero de 2012

El bicentenario de la Constitución de 1812

En este año de 2012 que acaba de comenzar, uno de los acontecimientos más significativos a celebrar por los ciudadanos españoles es el bicentenario de la Constitución liberal de Cádiz de 1812. Dicha Constitución fue elaborada por una comisión de 15 diputados, dos de los cuales eran americanos. Personas impregnadas de un espíritu liberal que querían construir una nueva España en tiempos de dificultad.
El 18 de marzo de 1812 quedó aprobada, firmada y jurada por las Cortes y el 19 de marzo fue promulgada en la ciudad de Cádiz. Éstas Cortes extraordinarias, estaban constituidas por diputados que representaban suficiente y legítimamente la voluntad y la soberanía de la nación, usando el modelo de la
asamblea francesa de 1789. Dichas Cortes surgieron en un momento difícil en el que todo el país y sus clases se ven obligados a colaborar en un mismo objetivo, dotar a España de su soberanía, que residía en su legítimo y soberano poseedor: el pueblo. Para ello buscaron llegar a pactos entre los distintos agentes y evitar conflictos radicales. Este es un aspecto que diferencia la Constitución de 1812 del resto de constituciones existentes hasta el momento y que repercutió notablemente en el constitucionalismo liberal que pasó al contexto europeo-continental del siglo XIX. Para ello los diputados doceañistas tuvieron que enlazar con el presente la tradición de libertad española anterior a los regímenes absolutistas. Recurrieron a recuperar las libertades castellanas, de las regiones y la autonomía de los municipios. Se pasó de ser súbdito a ciudadano, se proclamó la libertad de expresión y de prensa, la inviolabilidad del domicilio, la libertad personal y se establecieron las garantías procesales.
            Uno de los principios políticos más importantes de la Constitución de 1812 es la proclamación de que la soberanía reside en la nación. Estableciendo el término nación como el conjunto formado por todos los ciudadanos españoles de ambos hemisferios. En esta definición podemos ver el carácter integrador que marca esta Constitución. También se indica que la nación es libre y no puede ser patrimonio de ninguna persona, eligiendo los ciudadanos a sus representantes.
Al igual que la Constitución inglesa, surgida de la Gloriosa Revolución liberal de 1688, a partir de la cual finalizaba el despotismo monárquico, se estableció que el verdadero equilibrio de un gobierno justo surgía de la separación de los poderes legislativo y ejecutivo. En la Constitución española de 1812 se establece igualmente la separación de poderes: las Cortes hacen las leyes, el Gobierno las ejecuta y los Tribunales las aplican. De este liberalismo inglés, que surgió del discurso público y privado de la virtud individual, y cuya misión era frenar cualquier despotismo, bebió la Ilustración francesa, aportando las tesis para la posterior Constitución surgida de la Revolución Francesa de 1789. Su filosofía política estaba basada en el Derecho Natural o derecho que tienen todos los hombres a la vida, la libertad y la propiedad. La misión del Estado será defender los derechos del hombre, garantizar su libertad, su seguridad y su propiedad. Previamente, las corrientes del liberalismo inglés propiciaron la base de la Constitución norteamericana, surgida tras la república liberal promulgada en ese país en 1776 tras la independencia de Estados Unidos.
De esta forma vemos cómo el liberalismo ha ido traspasando fronteras hasta ser la corriente que ha defendido públicamente la libertad en los países de mayor tradición constitucional. Hemos de decir que la Constitución de 1812 fue la base del constitucionalismo liberal, democrático y social español reanudado, con nuestra Constitución actual de 1978. En un período como el actual, donde vuelven a surgir momentos difíciles, con un alto grado de corrupción y ataque a las instituciones ciudadanas, es más necesario que nunca que nosotros los liberales recuperemos aquellos valores que impulsaron a nuestros compatriotas de 1812 a llegar a aportar soluciones democráticas y tolerantes, que defiendan nuestra libertad ante cualquier despotismo del sistema y nos ayuden a recuperar la senda correcta de nuestro país. Tarea para la cual los liberales estamos sobradamente capacitados.
¡¡VIVA LA PEPA!!









Antonio Luque Lara
Secretario General de CDL Andalucia

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